La semilla de la libertad y el orden que Bolívar sembró en nuestros corazones hace más de doscientos años ha madurado y como árbol gigante cubre con sus ramas desde el Orinoco al Potosí el suelo americano. El sueño Bolivariano de crear la liga de naciones y el congreso anfitiocnico de Panamá siguen aún vigentes y ha echado raíces en la honda conciencia de los pueblos que se levantan al clamor de una identidad continental que va tomando fuerza a medida que avanzan los movimientos sociales derrumbando muros, diques, generando la estabilidad social, política, cultural y espiritual. II Una auténtica pedagogía de hondo arraigo social y cultural está floreciendo entre el augusto tronar del pensamiento Bolivariano,. Simón Rodríguez abrió el camino primero educando a Bolívar, y segundo visionando escuelas-talleres, con granjas integrales y propiciando: -Proyectos empresariales de manutención de las comunidades de base -Ofrecerle al niño(a) rural las plenas garantías para evitar su desplazamiento a la ciudad. He vivido en carne propia las convulsiones que generan la desintegración de las familias campesinas por falta de oportunidades en el campo. En muchos casos para mejorar sus condiciones de vida, el padre queda a cargo de los niños, mientras que la madre trabaja en los servicios domésticos de la gente de la ciudad. Nuestro brazo se levanta para hacer del ministerio de educación el foco de irradiación de una economía saludable concordante con las necesidades de las regiones. De ahí la importancia de formar líderes y lideresas desde los mismos bancos de las escuelas, Manejar los destinos de las escuelas rurales para cimentar el arraigo en el campo ofreciéndole al niño(a) las plenas garantías que le permitan generar su estabilidad familiar mediante el uso del cooperativismo social, empresarial, y profesional. La universidad rural, será la brújula para señalar la ruta del emprendimiento y de la realización integral del educando(a). Estamos emplazados