Escuelita de mi barrio
 donde aprendí mis primeras letras
 mi maestra Mirian Grijalba depositó en mi ser las semillas de la pedagogía del amor 
 su inmensa ternura colmó mi alma ansiosa de añoranzas...
 -un día me eligió para representar un personaje en una de sus obras de teatro
 fue el día, más feliz de mi vida
 al llegar a casa mi madre me recibía 
 sus manos me bendecían
 el artista en mi corazón nacía
 mis alas se abrieron y comencé a volar 
 la naturaleza me llamaba
 y yo me volaba de clases
 aprendí a escuchar el mantra de la creación 
 los ríos me contaban sus secretos 
 las montañas sus enamoramientos
 y las aves dejaban asomar sus trinos trinares 
 entonces desperté el asombro 
 la belleza me envolvía 
 mas adelante fui recorriendo los diferentes escenarios
 pasé a estudiar a la escuela San Camilo allí terminé mis primeros estudios luego ingresé al Liceo Nacional Alejandro Humboldt después a la Universidad del Cauca y finalmente a la universidad de Friburgo-Suiza.
 Encontré en el magisterio las claras armonías de mi vocación, llevo laborando 27 años y hoy estoy ante ustedes ofreciendo el testimonio de mis vivencias e invitarlos a descubrir su talento, su vocación, su proyecto de vida; 
 me alegro mucho volver a esta escuela
 estar con ustedes después de 62 años 
 felicitar a las maestras y maestros 
 arquitectas y arquitectos sociales en la construcción de lo más grande y valioso que son las personas surgidas y realizadas por el poder del amor 
 honor y gloria a los niños y niñas, en ustedes está la capacidad de crear y la esperanza de ver crecer una Colombia en paz, justicia y equidad. 
 una humanidad sembrada en valores sinceridad y honestidad 
 porque sabemos que nuestro canto está orientado hacia lo divino que hay en cada uno de nosotros 
 el corazón de américa en cuyas venas circula la savia vital de una raza dispuesta a gobernar los escenarios de la historia 
 que gran momento este que estamos celebrando donde la memoria de nuestro padre el libertador está con nosotros
 y nuestra alma está impregnada de su vuelo libertario
 me despido con esta cita de Gabriela Mistral: “Maestro enseña en tu clase el sueño de Bolívar el vidente primero, clávalo como agudo garfio de convencimiento en el alma de tus discípulos”