LA ASTUCIA DE MICHIN


Michin. Mirringo, mirrongo, es el gato mas listo del barrio, merodea en los techos de las casas
de las Américas.
Debido a sus frecuentes incursiones en busca de comida se le han cerrado las ventanas; y sin
embargo no se ha detenido:
¿por donde se escurrira, este gato bandido?
Ayer en la tarde me puse a fritar la trucha de doña Blanca, la que ha venido trayendomela, desde
aquel día en que la reconocí en la puerta de la casa ofreciendomela.
¿Pero usted, no es la misma mujer que vive enseguida de Álvaro el sastre, el que me arregla la
ropa?
Y me respondió: "claro la misma"
De razón me llamó la atención que tenía un aviso en la puerta de la casa, donde ofrecía la venta
de Truchas…
-Buscando, buscando un día la casa de Álvaro en el barrio "Colombia" toqué en una puerta
equivocada, salió una mujer y le pregunté si conocía a Álvaro, desde adentro escuché una voz
decir, ah nada menos que el poeta Antonio, viene a mi propia casa, es un honor.
-El honor es mío.
-La vida se sirve de pretestos para uno encontrar a sus viejas amistades.
Era Samboni papá del poeta César quien me apoyó para lanzar el libro Ambrosía en el auditorio
del banco la República, y también me insistió para regresar a estudiar en la universidad del
Cauca, de la cual era profesor Cesar con una cátedra de teatro.
Al conocer el proyecto cultural Nausimake, que estábamos liderando, nos visitó en la escuela
con sus estudiantes, allí organizamos el encuentro y les presentamos una de las obras.
¿Pero a que viene este cuento?
Pues nada menos que el enlace con Cesar, fue en un bus colectivo que iba para la tetilla donde
iba a visitar a su novia, y estaba haciendo tanto calor dentro del bus, entonces se me ocurrió
mencionarle a Leon Tostoy:

  • y el me respondió:"estoy tostado", luego al adentrarnos en el dialogo fuimos afinando
    estrategias para un regreso a la universidad mencionada.
    Recuerdo que para mi readmisión le llevé a la jefe de departamento de literatura mis escritos
    y mis libros, fue otra etapa más para depurar mi obra literaria y pedagogíca, luego me retiré
    después de haber hecho otros dos semestres, estos ciclos de retiro, se me fueron repitiendo,
    después regresaba a la escuela, como una eterna transmigración de las almas, para continuar
    viviendo en la misma escuela, afortunadamente tenía el apoyo de Jacob Ribera mi báculo
    generacional.
    Esta vez fue el encuentro con el papá de César, que ya conocía en diferentes ocasiones, el era
    asesor de profesores en diligencias administrativas, y tenía su oficina en una sala de internet.
    Al vernos en esta circunstancia, de yo estar buscando la casa de Álvaro, y haber tocado en su
    misma puerta, nos asombramos mutuamente por esos vericuetos que se sirve la vida para
    entrelazar afectos.
    Y en el parque Caldas lo vi otra vez.
    Y me dijo: ¿Antonio estás preparando el éxodo a tierra prometida?
    -Y yo le respondí: -si a la tierra de Tobias donde sus ríos mandan leche y miel de panela.
    Anoche sentí la incursión del gato Michin, porque la canasta donde echo los desperdicios
    estaba volteada, y desaparecieron los huesos de la trucha, es increíble el olfato de los gatunos,
    conocí a este gato una vez que abrí la cortina de la ventana, estaba como a dos metros, lo miré y
    le dije:
    ¿Usted es que salta desde mi ventana, baja las gradas y refluja en la cocina?
    -Solo me miraba pero podía entenderlo, y decirme que la vida en la tierra tanto para los gatos
    como para las personas era muy difícil.
    Que necesitaba la compañía de un niño para que lo mimara.
  • La cuestión señor gato es que pese a su sigilo, voltea canastas y produce ruido, asusta a mis
    sobrinos Fernando y Yerson y a mi hermano Vicente.
    Que pena pero solo voy a dejar las ventanas entreabiertas para que pase el aire del parque
    Benito Juárez.
    -Pese a que anoche las dejé así, no se como se introdujo el gato, esto es un reto a la
    imaginación.
    -Lo único que sé es que los gatos son un misterio, abren ventanas y puertas secretas, caen
    desde grandes alturas y no se hacen daño.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *