La morada al sur
En la nota anterior a esta "siempre hay un inicio", dejé trazado un esbozo de lo que sería la ruta
 libertadora hasta la Tetilla y festejo haberlo realizado, me traje el báculo en vez del garabato, no
 hay casualidades, este báculo me ha acompañado en momentos claves como aquel en que se
 lo ofreci al alcalde Jaramillo de Cajibio descendiente de Efraín Orozco, autor de la canciones: "el
 regreso" "señora María Rosa", "Allá en la Montaña.
 Mi icono de inspiración está gloria patria, ya que por deuda a Cajibio en mis 30 años que labore
 en su municipio le dediqué mis poemas:
 A mi pueblo cajibiano que aparece en el libro Ambrosía pag.189, como también Homenaje
 poético a nuestra tierra cajibiana pag.63, homenaje poético al café cajibiano pag.64 del libro
 Poesía Vivencial.
 Este báculo de la sabiduría también pasó por las manos del diputado del pueblo Wilson
 Narváez, concejales, representantes de organizaciones sociales, pueblos milenarios, y su
 historia surge al dejarse encontrar en el río Guangubio, en la parte superior tiene una forma
 ahuecada donde cabe una copa en la cual hacemos la libacion por nuestros ancestros.
 Lo bajé el báculo desde Andrómeda pasando por el pozo de María, tomé el agua de su
 nacimiento, me recoste en la abuela piedra en el terreno de Diver Chala, una vez nutrido el
 espíritu, hago el ritual de sacar el frío del bajo vientre, luego pasé por la cafetera de mi colega
 Martín hasta descender al pozo de Venus, aquí nos volvemos atemporales, y si se realiza la
 ceremonia del baño logramos juventud eterna, recogí el agua, bajé al puente del río Palace,
 los hermanos campesinos se están levantando en protesta por defender la cuenca de los ríos,
 frente a la amenaza de vertimientos residuales, defendemos a toda costa a sus peces que
 sobreviven, tenemos experiencia con el río cauca un día en guayacanes del río donde viviamos
 con mamá Bárbara y mis hijas le pregunté a ella que siente al ver este río me contestó: "Estoy
 enfermo" le escribí el poema al río Cauca y que aparece también en el libro Poesia Vivencial, pag
 39.
 Me esperaban judith, su hermanita Mara y la hija de Viviana, Mara cuando hacíamos teatro
 con su padre Jacob estaba aún en el vientre de la madre hoy ya es una niña formándose me
 despiden en el puente antes del ascenso a la montaña, recordamos el saludo de los hermanos
 africanos decimos sawabona ( yo te valoro, yo te respeto, tu eres importante para mi.
 Y respondemos shicoba (entonces yo existo para ti)
 Luego nos pasamos la sabiduría frotando nuestras frentes.
 Me voy henchido de bondad a mi paso
 otra abuela piedra me recibe con los brazos abiertos, transpiro sigo el ascenso, encuentro al
 salir del empinado camino otra ruta que me conduce al árbol Guardian del bosque es un pino
 ciprés al cual le llamo la visión del cóndor de los Andes, salgo a la carretera me encuentro con
 don Abel mi viejo aliado en la re-estructuración de Andrómeda.
 En la última curva para llegar al cerro se encuentra la guardiana de la reserva forestal Liliana
 la hija de Carmen la que hace el vino artesanal Jaboticaba le encargo tres botellas, le ofrezco
 el báculo, lo toma y renovamos la alianza de los pueblos, luego en la tetilla se lo ofrezco a don
 Luis Serna líder social y 0tro líder me espera José Armando Mañunga fundador, gestor del
 proyecto de alcader por la consecución de la finca del escribano ubicada en el Tambo-Cauca, 45
 hectáreas para 13 familias.
 II
 Don Alirio desde la tetilla, me hace el servicio de transportarme a Julumito, a la moto se le
 pincha un neumático mucho antes de llegar a Sate,un señor se detiene resulta llamarse Ulises, y
 pienso en esta odisea que me ha de llevar a mi otra Itaca, luego tomo el colectivo que sale por el
 barrio lomas de Granada, feliz retorno al barrio las Américas, nuestra morada al sur.

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