Cuando salgo del conjunto residencial altos del semillero, desde su carro un joven conductor se
ofrece voluntariamente a llevarme hasta la calle quinta
Establezco una conexión de almas: se llama Yobany le doy el número de mi celular, hablamos de
lo divino y lo humano, cuando nos abrimos de corazón ocurren milagros.
Paso a unicentro y le envío a mi Hermano Vicente por gane el giro para el pago de servicios
Salgo a tomar la buseta que me ha de conducir a Popayan, me corresponde el puesto de
adelante, le pregunto al conductor: ¿Que ha sido lo más bonito de hoy?
-el me responde que terminó su relación-
Otro camino está por comenzar, veo mis botas nuevas las que tenía se me quemaron y pienso;
acaso también así es la vida, renovarse.
A medida que avanzamos recorremos el espinazo de los Andes " llego como impulsado por el
genio que me animaba"contemplo la cordillera occidental
Soy montañero selvático por naturaleza
Me alimento de ríos, cordilleras, volcanes, manantiales, llevó la manilla de los 4 caminos en mi
mano
Soy el sobreviviente del naufragio
Tengo en mi corazón lo que el depredador mas detesta el amor
He correspondido al llamado pleyadiano
Al bajarme del carro una mujer que va atrás me dice: Usted no es el profesor Alfonso le digo que
si, me ofrezco a ayudarle a bajar sus pertenencias la reconozco es una colega, tiene dificultades
para bajarse, la cargo.
Definitivamente servir es el mejor regalo que a la humanidad podemos dar
II
Acudi a los primeros auxilios de mis sobrinos
Estoy en paz conmigo mismo
Acaricio la tierna mirada
El destello luminoso de una sonrisa
El estruendo de una carcajada
Y en estos ímpetus de la soberanía interior me refugio en la buseta que ha de conducirme a
Andrómeda
Me abro a todas las posibilidades
A mi lado se sube Dorita la niña que participó en una obra de teatro hace 37 años y me hizo
llorar a los padres de familia de los cerrillos, tenía 9 años ahora es madre de familia y es
también presidenta de una organización campesina Agricom
Llegamos a la tetilla, y en el puesto de adelante va Darley, y su hermanita Yesela, hacemos un
brindis con el vino jaboticaba para augurar el reino de la inocencia.