La era está pariendo una nueva humanidad. Desde el grito de independencia un 20 de Julio de 1810 que estremeció la garganta de América Más de 2 siglos después las gentes se toman las calles Esta vez contra las cadenas que ha impuesto el modelo neoliberal desde Washington La copa que desbordó los ánimos fue el paquetazo tributario de la oligarquía colombiana como la llamaba a esta clase nuestro amado lider social Jorge Eliecer Gaitan ( la voz del pueblo), acallada un 9 de abril de 1950 y los sucesos posteriores con el asesinato sistemático de lideresas y líderes sociales. Afros, pueblos originarios, campesinos, obreros, maestros, sindicalistas, todo un crisol de razas plurilingües y multiculturales enraizados en ese tronco común del mestizaje, y en cuyas venas palpitan todas las razas del mundo. Somos el semen intergaláctico de otras estrellas Nuestra patria es el Rayo común luminoso de Wiracocha, Bochica, Manco Capac, mamá Ocllo, Quetzacoal, por eso Bolivar visualizo este continente como el porvenir del universo Entramos al parto de esta nueva humanidad con una transformación social y espiritual, cuya fuente es el amor. Iberoamérica no ha tenido adolescencia La adolescencia que esperamos vivir con nuestros hijos y nietos No más derramamientos de sangre, ley de alivio para todos los deudores morosos, libertad para los detenidos, ya no volverán a las cárceles en hacinamiento degradantes, harán un voluntariado social para poner a producir el campo en las granjas agrícolas y centros de adaptación a la vida social, y convivencia ciudadana, porque estamos pariendo esta nueva humanidad que nos ha costado tantos y tantas mártires. En nuestras manos está restaurar el tejido social, el reforestar heridas y rencores reprimidos, los nuevos soldados de la soberanía interior, militantes de principios éticos y morales provenientes de los sabio abuelos, esperan investir con mantos sagrados de ofrenda Inca al sol a aquellos seres inspirados por la bondad, y el deseo de servir, como el mayor regalo que a la humanidad podemos dar. Revivir el abrazo fraternal y sincero. La confrontación principal es contra el miedo porque solo el amor es capaz de salvarnos y crear las veces que sea necesario.