El viento sacude la melena del tiempo,
es tanto su ímpetu,
que trata de quitarme el abrigo,
se asemeja al cuento escolar,
cuando compite con el sol,
cual de los dos,
logra tal despojo,
viento osado,
y atrevido,
mientras mas fuerte sopla,
más me arropo,
al final,
el sol con sus rayos fulgurantes,
me despoja de mi abrigo,
me sumerjo en el tanque,
que almacena el agua-lluvia,
me siento refrescado,
me despido de las plantas,
en especial de aquellla,
que floreció,
esta plantica la recogí de la calle con Fernandito,
posee la magia de atraer abundancia,
este florecimiento,
es como una señal,
augura un surgimiento primaveral,
-abordo la moto,
que me ha de conducir a la ciudad,
y justo en el puente se le pincha la llanta trasera,
aprovecho para saludar a Jacob, a Mile, a Judith, a Mara,
Mile le agradece a Barbarita por haber movido cielo y tierra,
para que atendieran a su mamá en el hospital en el tiempo de Dios,
Gracias al apoyo de Nilsa el hada madrina y su esposo,
al incondicional Juan Pablo, Sugey y Brenda,
aliados poderosos,
que hacen posible los milagros,
-Barbarita es un ser de luz,
voluntaria cósmica y social,
deja llover oro del cielo,
a los mas necesitados,
-aquella familia Tuberquia Rivera,
le dio continuidad al hogar escuela,
que un día vio florecer mi vida,
allí nació mi hijo Luis Antonio,
su mamá Isabel fue atendida por una partera,
allí surgió el grito de libertad,
la pedagogia del amor,
Sembrada por mamá Bárbara,
los talleres del afecto,
la sanación del alma,
la diáspora del teatro,
y Barbarita Junior hizo sentir el carácter,
al ver que no venía el carro a recoger a los artistas,
tomó la niciativa de hacer el trayecto a pie,
hasta la tetilla,
cuando Mara todavía no se había asomado al mundo,
Jacob tomaba la bicicleta para ir a ensayar teatro a Guangubio,
y a su paso salía Verónica a secarle su sudor,
y le osequiaba un helado,
de los que ella misma preparaba,
voces se hacían oir,
en la carretera,
"Animo Jacob, está cerca la meta",
este saludo inverencial,
resume un periplo historial,
de grandeza sin igual,
y jamás el tiempo lo podrá borrar,
-me dirijo por el desecho,
me pierdo entre tanto matorral,
y cañaveral,
salgo a la finca de la ex presidenta,
de la junta comunal de la tetilla,
-saludo a Yony Belalcazar,
y al loquito que me dice:
"Nosotros los loquitos construimos palacios, que nadie los puede habitar",
-Tomo el segundo desecho,
siento rugir tigres entre las piedras,
salgo a la carretera,
me recoge una segunda moto,
y me saca a la tetilla,
camino la placa huella,
y me recoge, Víctor en su moto.
el hijo de Deyanira,
la coordinadora del colegio la tetilla,
entramos a recoger una perra,
a su finca,
Deyanira me ofrece leche con pastel,
y felicita a Diana mi hija,
por su proyecto de acercar a niños y jóvenes de la tetilla- Colombia,
y Morelos-Mexico,
también conocí a Camilo su otro hijo,
Finalmente Víctor, quien lidera un proyecto de cultivo de la cannabis,
para procesamiento industrial en cenegueta- Cajibio,
me dejó en la variante,
abordo un taxi,
que me trae a las Américas.