Muchas gracias a mis hermanos Sathya y Sandik por recibir a mi hijo.
De las cosas hermosas
lindas
fabulosas
esplendorosas
tenemos una a nuestro alcance
y es la oportunidad de compartir a bocanadas;
el prodigio del amor presente en cada pensamiento, sentimiento y acción.
Llegamos a la conclusión que el poder más grande que existe en la tierra es la bondad.
Esta que hemos venido cultivando como una plantica necesitada de cariño.
Vivirla atrae a nuestra vida:
mágicos aconteceres
descubrimientos insospechados
revelaciones sorprendentes
y este ha sido el encuentro con mi hijo Salvador
así como mi hija Diana escuchó el llamado de la montaña,
Salvador también,
comulgo con este lugar sanador,
existe una ley que se cumple inexorablemente "toda ley superior lava una ley inferior"
desde lo profundo de mi alma siento que se cumplió,
fue maravillosamente llenito de amor este encuentro
que hasta se animó a venir con Helli y Esteban el próximo verano a las pleyades,
fue como encontrar un hilo de oro con el que podemos tejer una alfombra voladora, podemos ir
a cualquier lugar hasta los íntimos recodos del corazón,
fue el pálpito de una corazonada que nos juntó en el parque de Santander
cuando la luz del día se había ido y con el la vendedora de helados, y su compañera la de los
minutos.
fue entonces que descendieron del vehículo, Salvador, su mamá Sonia y su tio Uriel, nos dimos
el abrazo filial y duró el tiempo de un suspiro, ellos siguieron para Cali y fuimos con Salvador al
parque de los cholados a contratar el transporte hasta guayabal.
Orlando trochez fue el barquero que nos condujo en su camioneta amarilla hasta las Pléyades.
Sathya y Sandik nos esperaban con un arroz con pollo, luego ellos se fueron a descansar y en la
sala comedor encontramos las coordenadas
de un amor surgiendo
de un perdonar renaciendo
el lecho fue preparado para el reposo donde días antes se había quedado Leia,
el descanso arrullo nuestros cuerpos y la Paz nuestras almas,
al día siguiente con un desayuno pródigo en buñuelos salimos a caminar por los lados de la
reserva natural,
caminos que son circundados por arroyuelos
y en esta sinfonía de sonidos se desgranó la lluvia
nos protegimos de ella bajo un techo que junta los senderos
allí recuperamos el lenguaje del asombro
atrás quedaron los miedos.
es compresible que Salvador protector de los derechos humanos esté al tanto de tantas
injusticias que se cometen en nuestro país,
Recuerdo aquella vez que fui invitado a dar un recital a Corinto,
mi alma le clamó una respuesta, y el afirmo:
EN COLOMBIA ESAS LUCHAS SEGUIRAN HASTA QUE NO CESEN LAS PROFUNDAS
CONTRADICCIONES DE NUESTRA SOCIEDAD EN QUE LOS VALORES DE LA COLONIA Y DE LA
POSESIÓN VIOLENTA DE LA TIERRA Y LOS RECURSOS ESTAN AUN PRESENTES Y EN LA QUE
LOS GUERREROS SE CONVIERTEN EN DOS ESPEJOS, ESA ES UNA GUERRA ESPECULAR DE
MONSTRUOS CONTRA MONSTRUOS"
Nos comimos una frijolada con aguacate, y plátanos cultivados aquí en la finca, y el ají que solo
mamá Bárbara puede preparar, esa sazón mágica digna de reyes, reinas príncipes y princesas.
Salvador se fue hacer la siesta y rememorando lo del restaurante Sandik, tuvo un sueño
reparador de fuerzas
La palabra clave fue "duelo" hay que dejar ir.
Luego vino la torta y todos aquellos cumpleaños no celebrados, se celebraron en esta ocasión,
la llama alboreo y el deseo de su corazón se desdoblo en múltiples manifestaciones, fue niño,
adolescente, adulto, padre, y bajo el árbol de la sabiduría emprendió su retorno a casa en la
misma camioneta que lo trajo a reencontrarse en Santander con su madre y su tío, quienes
aprovecharon para visitar la hacienda el paraíso,lugar donde se desarrolló la historia de Efraín y
María escrita por Jorge Isaac y por esas diosidades los abuelos de Salvador llevan los nombres
de Efraín y María abuelos maternos de Salvador.