El plan divino del amor eterno
Abrirnos a todas las posibilidades del universo
Vibrar al unísono con la nota clave de la creación
Extasiarnos con todo a nuestro alrededor
Embelezarnos con el trinar de los pájaros
Abrir nuestro corazón de par en par al milagro de la vida
Compartiendo este hábitat con todos los seres a nuestro alrededor
Liberar la mente de todo sentimiento de separatividad
Ir más allá de la dualidad
Romper las ataduras del encierro mental es escuchar a los demás
No existen límites
Uno mismo se los crea
Libres como el viento
Renacemos a diario
Nada nos detiene
A fin de cuentas hemos venido a darle
Luz a la mirada
Vigor a la palabra
Soltar lo innecesario
Nunca permitir estar condicionados
Dejar de vivír en las sombras de un pasado
Abrirnos al abrazo
Hagamos lo que hagamos
Hagámoslo con la libertad del águila
Que mira
Olfatea
Y se dirige a la presa sin dudar un instante
Con el firme convencimiento de que solo hemos venido a sentir el goce de replegar y abrir las
alas
Y lanzarnos con la certeza ineludible de dar cumplimiento al plan divino del amor eterno