El fluir del instante.


Estoy en el barrio Bolívar
He tomado la chiva que va para campoalegre
Abrigo la opción de salir por Los Ángeles vereda que se encuentra en este recorrido, me
recuerda la cancha de futbol donde llevaba a mis niños de la Florida, otra opción es bajarme en
la entrada a villacolombia.
Oigo la voz de un niño decir: "-que se le murieron los pollos, una perdida, se murieron muchos
setenta primero y luego cinco-
-Enfermos de ataque, yo cuidaba a los enfermos.
-Jartan mucho maíz
Un bulto vale noventa y cinco mil y lo dejaron en noventa y dos mil".
Pienso para mi mismo:-He llegado a la atalaya del universo, este es mi mundo, el mundo que he
construido con mis manos.
-Un niño me observa este viaja adelante, tendrá solo de 2 o 3 años balbucea, se arrodilla en la
banca y me comparte una galleta, se llama Yeico, luego me comparte su bombón, viaja al lado
de su hermana, de su mamá y de su padre.
-Se sube la mamá de James un joven que perteneció al colectivo cultural Nausimake, le
comparto la anécdota que James le declaró su amor a Sarita estudiante de la escuela la Florida,
y lo hizo en presencia de toda la comunidad, y hasta le cantó una canción, ahora viven juntos y
tienen una niña.
-Tal vez mi recorrido obedece a un latido de mi corazón.
-El niño de atrás sigue hablando, solo el tono de su voz entra a mis oídos como campanitas que
se escuchan y nos regocijan por ese amor a la tierra, a sus animalitos.
-Quiero recorrer los territorios sagrados
Leo en un muro " los sin techo"
Y más arriba veo una nube en forma de esperma.
Me recuerda la teoría de panspermia que habla del origen de la vida desde Anaxágoras siglo VI
a.c. y se sigue hablando
Polvo cósmico interestelar
Bacterias esencia de la vida diseminadas en todo el universo
La vida fue transportada mezcla de todas las semillas de metereolitos , cometas, asteroides.
-Parece que ha salido el colectivo que va para la tetilla, no importa, me lanzo al vacío, allí está la
verdadera vida.
-Ha pedido limosna un joven afectado por glisosfato habiendo perdido los dedos de la mano,
cuenta su historia.
Y yo me cuestiono: Nadie puede ir más allá del sufrimiento, tal vez esté joven sea el testimonio
de los que claman, "No mas al glisosfato"
-El carro está para salir, le he colocado a la manilla un atrapasueños, la hermanita de Yeico casi
no me aparta su mirada.
El motor se pone en marcha.
En el puesto que me he colocado al lado de la ventana de la tercera banca, no puedo salir esto
cinco pasajeros están a mi lado.
Pasamos el cementerio de los vehículos multados, miles y miles de motos, que nos dejen este
espacio para actividades culturales, y centro de abastecimiento de los productos que llegan en
las chivas, y no venderlos a los intermediarios que se aprovechan de la sencillez del campesino.
-Veo en el campanario a jóvenes desplegar su vigor y su fuerza, han cerrado la vía y ofrecen
gimnasia su protesta es que jamás permitirán el monocultivo de la mente.
Al llegar a la vereda de Guangubio se baja la mamá de James, llegamos al cruce de caminos y
sale la profesora Berta vendiendo gelatinas y velas antigua tradición de su madre Ernestina a la
cual le dediqué un poema de mi inspiración
En el siguiente paradero sale a pagarle al chofer la joven Ximena, grabada en el video de la
celebración de los 35 años que se le hizo a la Florida, lo interesante fue que un día nos invitó con
Sucre a su casa y habían hecho un altar a la virgen, ella tenía visiónes con la madre de los cielos.
-Me bajo en la entrada a villacolombia, en una casa pido prestada una cuchara para comerme el
avio, me acompaña un perro y un gato, les comparto la albóndiga que me preparó doña Rubiela,
una señora me sale al encuentro y me dice que para llegar donde Tulio Ramos el más cercano
vecino de la tierra de Orión debo hacer otra vuelta se llama Alba y me dice que ella participó
en las competencias de Atletismo en la época de Filipedes, proyecto deportivo que manejó mi
colega Martín Ortega.
Vuelvo a tomar la ruta y una señora me reconoce por la voz me recuerda en los talleres del
afecto que ofrecimos en villacolombia invitado por familias en acción.
-Llego a Orión y me alcanza don Tulio Ramos me pone al corriente de los últimos
acontecimientos.
Retomo la ruta ya el sol se está ocultando debo pasar el río Guangubio y no existe puente para
llegar a Andrómeda, lanzo el canguro y el estuche con el celular a la otra orilla, luego paso, la
canasta con la remesa y finalmente el maletín con el computador.
Agradezco a los dioses que pueden haber por regresarme sano y salvo, a don Marcelino Epe
por haberme cedido los derechos de esta tierra como a Sathya por haber tomado las medidas
del área, y especialmente a Barbarita por ser el puente para que se realizara esta negociación.
El vinculo de amistad con don Marcelino se debió a que nos invitaron a villacolombia a una
fiesta, se ofrecía de regalo unas empanadas en el baile por parejas Barbarita le echó mano
a don Marcelino y lo sacó a bailar, se ganaron el premio y desde ese día la amistad con este
patriarca, uno de los fundadores de esta vereda.
Paz inverencial.
II
Al dia siguiente senti como si hubiera hecho las pases con el río, me volvió a llamar, esta vez no
era para agradecerle el nacimiento de mi hijo Luis Antonio donde pude contemplar sobre sus
aguas desparramadas las piedras preciosas con las cuales pude tejer el manto sideral de la
leyenda, esta vez era la llama viva del amor eterno que se me metía en cada poro de mi piel, en el
palpitar de mis corazonadas, los pensamientos y sentimientos fueron tomando forma.
-"Observa me dijo el río, yo te libro de todo temor e incertidumbre, yo soy tu propio sonido.
Escúchame, juntos formamos un coro en el concierto universal intergaláctico somos polvo de
estrellas, melodía del infinito que nos creó para gloria del creador.
Observa cada músculo que forma la vida, todo está conectado con la corriente del sonido que
viaja de galaxia en galaxia, somos agujeros negros cobijados por el manto de la via láctea."
Una vez escuché estas voces, cerré el cuaderno, a mi alrededor volvía a mirar el mundo como la
vez primera.
II
Aún siento la arena adherida a las medias de mis zapatos del río, cuando me obligado por las
circunstancias a pasar su otra orilla, después de visitar Orión, y hoy se encuentra anclado mi
barco en Andrómeda a causa de no haber sido escuchado por el conductor de la chiva, pensaba
salir a Popayan, tal vez ese no era mi destino, he decidido hacer una ofrenda al silencio y al vacío
estos dos compañeros inseparables a veces nos aterra, saber abandonarse diluirse en estas
corrientes vitales, festejar el día que llegó.
Chavita mi madre le llamaba a cada 25 de cada mes el día del niño Jesús de Praga por los
milagros que le hacía, quisiera encender el fogón de la hornilla, no lo he vuelto a encender desde
el día en que se me cayó el techo de este espacio que bautizamos con los niños "Ciudad gótica ",
La leña está mojada, la besó la intemperie, se me había olvidado ponerle el plástico, el cabo de
vela produjo el milagro y un encendedor, así debe ser el corazón se enfría por el yelo de los años,
solo basta en sueños ser acariciado por la ninfa para sentir el vértigo de sus corazonadas, se
nos va el aliento e inhalamos el fuego sagrado y estalla en explosiones nuestra conciencia.
El humo envolvente de la humedad de la madera permite hacer una ofrenda a la vida, a los días
que he visto transcurrir en estos acantilados de la memoria, ofrenda a la fluida palabra que no
me ha abandonado.
He vuelto a retocar el letrero que dice:"Bienvenidos a Andrómeda clínica del Alma, aquí reímos,
jugamos y amamos"
Nos columpiamos en la instantaneidad y con la inocencia del corazón restablecimos contacto
con nuestro niño interior, con ese principito que sabe interpretar dibujos de boas tragándose
elefantes, la imaginación se vuelca hacia las estrellas y entendemos que somos una panspermia
de vida, un ensayo de Dios en la tierra, polvo interestelar, el sol nos fecunda a diario, la mujer
presta la matriz para ser fecundada por las semilla de Dios que se desparrama en todas las
galaxias, en todos los mundos.

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