Una madre de familia de la vereda se ha quejado,
el motivo de la queja era debido,
a que todo su jabón,
se lo habían acabado,
a causa de que su niño se había ganado,
un tubo burbujeador rifado,
lanzador de pompas de jabón,
de los que mandó Barbarita desde Pléyades,
ya el niño no va a la escuela,
a pesar de que la abrieron, después de la pandemia,
y desde que se levanta hasta el atardecer,
se confía a su amigo el viento,
el cual las hace ascender en todas las direcciones,
incluso algunas ha llegado a otros países,
desde la vereda se ven desfilar esferas multicolores,
los labriegos dejaron a un lado sus azadones,
y se exrasian contemplando en el aire pompas tan grandes,
que hasta un niño puede caber en su interior,
la preocupación de las madres ha llegado a un punto crítico,
habiendosen dirigido al ministerio del medio ambiente,
para que se prohíba la venta de jabón debido a que temen,
la desaparición de los niños de todo el planeta,
no es raro que se metan en las burbujas porque su curiosidad jamás tendrán límites,
y sin niños el planeta moriría,
finalmente mamá Bárbara,
la causante de tal apuro,
se ha puesto de acuerdo con el abuelo viento,
para que las pompas de jabón,
solo alcancen el tamaño de la mano,
así ha quedado descartado el peligro de extinción de los niños,
y lo mas importante el jabón será reemplazado por suspiros que salgan del corazón,
son tanto los suspiros de los enamorados,
que al juntarse las pompas de jabón,
formaron un solo corazón,
así ha quedado salvaguardado
el amor,