Un homenaje a los que hacen posible los sueños de la niñez,
"Hay de aquella, juventud, que no haga, temblar al mundo".
Desde la fundación Pléyades,
al lado de mamá Barbara,
su fundadora,
y de Sathya el guardián de la montaña,
viendo en vivo,
participar a Juan Martín,
Virginia,
Diana,
Salvador,
me nació humildemente,
recoger en esta nota,
las valiosas apreciaciones de los panelistas.
He aquí esta red de palabras,
tejidas con el entramado hilo de la sensibilidad social.
He tenido la oportunidad,
y la fortuna de seguir de cerca los pasos de Diana,
mujer que corre con los lobos,
y que se ha convertido en un espejo de roca para, las, los jóvenes, y niños,
que se ven a sí mismos representados y visibizados,
moviendo cielo y tierra,
veo a Diana en la pantalla,
pasa por el jardín donde ha dejado a Leia,
su hija bienamada,
ha quedado flotante la imagen de su carita,
a sus dos años,
haciendo uso por vez primera de su sanitario,
empotrado,
al piso,
servicio exclusivo,
que ofrecen a la primera infancia,
en cali,
en este jardín,
el manejo de esfínteres,
es prioridad,
para que, las, los,
infantes, se valgan por sí mismos,
Juan Martín inicia la plática,
le da la palabra a Virginia,
sus destellos sociales,
amorosos,
son sinfonía a los oídos,
este planeta tierra,
ha esperado,
a las, los,
sembradores de esperanzas sociales,
Salvador, el joven participante en vivo,
transmite el mensaje,
estas semillas de la participación,
han sido regadas en los espacios fértiles del alma,
permitiendo que los jovenes,
tengan voz,
y fuerza en sus desiciones,
rugen como tigres en las calles,
haciendo temblar a las clases sociales,
-hacer historia es nuestra bandera,
-nuevos mundos nos esperan,
-lograr incidir en los destinos de América, y del Caribe,
es nuestra entrega,
-ser propulsores del cambio,
nuestra bandera,
-tomar desiciones e influenciar a la comunidad,
es nuestra ruta trazada,
-gestar pensamiento crítico,
nuestra avanzada,
descubrir, temas, foros,
espacios de diálogo,
apunta nuestra mirada,
-un reconocerse en el otro,
surgen anécdotas,
como la de aquel joven en el avión,
que le cuenta a Diana,
para abstraerse de esa terrible realidad,
se refugia en redes sociales,
o video juegos,
sin embargo se filtra en su mente,
el tema de la desigualdad,
o la falta de agua potable,
¿Como superar tanta impotencia?
poseer el coraje vital,
para despertar a esa realidad,
Cómo es de esencial,
darle el valor a ese acto sobrehumano,
saber escuchar el cabildeo,
saber preguntar,
avanzar hacia la construcción del diálogo,
lograr cambios en lo regional,
y en lo global,
para saber a donde quiero llegar,
Gracias hermanos (as), panelistas,
por recoger el eco de los jóvenes,
y construir procesos de incidencia,
para crear la Plataforma de la política global,
propiciar la participación en espacios,
el crear condiciones,
canales,
reconocimientos legales,
alcanzar esa capacidad de convencimiento,
y de convocatoria,
para poder trasmitir el mensaje,
y lograr la Incidencia política,
mencionar cambios notables,
que generen procesos de desarrollo,
habilidades,
la escuela para desarrollar la oratoria,
el valor de las ideas,
-unir redes entre paises,
la nueva conciencia global,
que Diana inició,
en una escuela rural de Colombia,
y nos unió con México,
"al llegar al corazón de las comunidades,
pude percibir gestos,
con el apoyo,
y confianza mutua,
se convirtieron en palabras",
¿Como lograr ser promotores participativos?,
"Hasta el aleteo de una mariposa,
puede producir una tempestad".
En un intercambio de cartas,
abrazamos al mundo,
aprendemos a expresar el sentimiento,
y en ese impulsar el diálogo,
se abordan temas,
se aterriza en uno de ellos,
no hay límite para los sueños,
se toca con las manos,
la conciencia social,
y con el corazón el rostro del amor,
La nueva humanidad ha de legislar para la vida,
el presupuesto será usado para bienestar social,
como estrategia para prevenir la violencia,
y apoyar el primer núcleo de la sociedad,
que es la familia,
"EVO NOS HIZO CASO
FUE UN NIÑO TRABAJADOR",
- viviendo algo que nos afecte,
nos permite despertar,
abrir el corazón para que nos escuchen,
poder hacer el bien,
es para lo que hemos nacido,
realizar servicio público,
es nuestro destino.
Estamos llamados.