A las puertas de Pléyades,
estando con Sathya,
mi hermano del alma,
colocando el techo del garage,
llegó Darío,
el hijo de Horacio,
(q,p,d),
vestia el uniforme de la CEO,
(compañía energética de Occidente),
vino en busca de información,
para realizar una reparación,
en las redes eléctricas,
Me dijo:
¿Usted no es el profesor Alfonso?
-Claro, que si, el mismo,
- ¿y usted no es Darío el hijo de Horacio?,
el señor que representó,
al personaje" El sacristán" ,
junto a Asael Certuche,
que representaba al del cura,
en la capilla Cajibio,
Horacio llevó una arepa supergrandre,
y la repartió entre los asistentes a la obra de teatro:
"El bautismo",
donde una niña,
llevaba su muñeca para hacerla bautizar,
ese detalle lo hizo espontaneamente,
y dio lugar a que fuese el maíz,
la fuerza que mueve,
nuestras raíces,
y así vimos por primera vez representada,
la santa unción eucarística,
acompañada del alimento ancestral,
-este encuentro con Darío recoge 40 años de historia contada,
cuando me desempeñaba como director de la escuela la capilla,
cada lugar donde hemos estado, entraña una mirada,
felices aquéllos,
cuyos caminos andados nos conducen al recuerdo de mágicos aconteceres,
y nos hacen sentir la plenitud,
de haber renacido,
en el corazón de las comunidades.