tal vez fue una premonición,
llamar a viva voz,
a mi niño interior,
una voz proveniente desde la huecada,
respondió:
"hoy lo acompañamos con el grupo de la oración",
-iniciamos con Fernandito,
la actividad de reemplazar el rin,
de la llanta delantera de la bicicleta de Daniel,
en eso llegó Duvan,
Fernandito le sacó el eje, las tuercas, y los balines,
un balin se le perdió,
algún duende travieso le movió la mano,
se dio a conocer la noticia,
que quien encontrara el balin se le darían mil pesos,
al rato el mismo Fernandito lo encontró,
le montó la llanta y el neumático al rin,
como el neumático tenía de válvula un gusanillo,
era necesario para inflarlo,
una bomba tradicional,
Duvan me comentó que Hemerson,
la tenía,
me dirigí donde Hemerson y efectivamente,
me la prestó,
y la bici quedó funcionando,
con el agravante que el galápago sacó la mano,
Fernandito se ofreció para comprarlo el sábado,
en Popayan.
II
Mientras me dirigía a la tienda en bicicleta,
a comprar los insumos para atender al grupo de oración,
les puse de tarea a Duvan y Fernando, organizaran la mesa para montar la carpintería,
en la tienda saludé a Blanca Serna y a su hermano,
ella me recordaba un aviso que había colocado en la escuela,
y que decía:
"Nunca dejes apagar, la llama viva del amor eterno ",
-cuando llegué a Andrómeda,
Duvan me pidió materiales para construir una banca,
que su padre,
le había enseñado a hacer,
entre el y Fernandito la construyeron,
algo extraordinario sucedió,
de la nobleza de su propio corazón,
le nació obsequiarmela,
III
la casa de los sueños,
fue arreglada para recibir al grupo de oración,
sus integrantes se acomodaron cada uno en su rincón,
Carol, Valentina, Duvan, Fernando,Josefa, Felipe, Melida, Diomar, María Milvia, Diego, alcibiades,
se realizó el Rosario de la misericordia,
éramos 12,
y al vértigo de la oración con los cantos,
se produjo la catarsis,
una de sus asistentes,
fue rodeada por nuestro abrazo,
mientras lágrimas derramaba,
luego Fernandito sirvió las rosquillas,
el pan, las galletas acompañadas del chocolate,
fue tan especial el mensaje,
que abrió como una llavecita los cofres del corazón,
al final se despidieron,
mientras la luna se asomaba,
en su segundo día de creciente.